Se podría pensar que el Gaucho es el cowboy de Sudamérica.
En Tacuarembó, Uruguay, se celebra la PATRIA GAUCHA. Todos los años, los gauchos de todas partes de Uruguay viajan con sus caballos para encontrarse en Tacuarembó y celebrar una gran fiesta. Afortunadamente en mi viaje hacia allí me encontré con algunos gauchos y por varios días viajamos juntos y así tuve la suerte de pasar por la experiencia de vivir como un gaucho.
Es más en un momento uno de los gauchos montó en mi bicicleta y yo en su caballo, anduvimos unos 30 km. Cabalgando y trotando, en ese tiempo fui un gaucho de verdad. Cada gaucho llevaba 2 caballos, si se cansaba el caballo en el que andaba se pasaba al otro. Es obvio: no es nada fácil cabalgar mucho tiempo; a pesar de que iba muy lento, al poco tiempo, sentía que se me movían todos los órganos y las entrañas, después de un rato comenzaron a dolerme las piernas y la espalda (y eso que iba lento, ¿cómo hacen para ir tan rápido? ¡qué maravilla!). Cada vez que el caballo se movía, sea rápido o lento, su cuerpo subía y bajaba, en esos momentos sentía que mi cuerpo se clavaba en su lomo y me daba mucha pena. Pero el caballo no podría entender lo que sentía, así que pensé que yo debería coordinar mejor los movimientos con el caballo hasta llegar a destino.
¡La vista arriba del caballo fue fantástica!: el paisaje cambiando paso a paso; el llano horizonte que se puede encontrar en cualquier punto de Uruguay; el cielo despejado...A veces andábamos sobre la ruta, entre los arbustos y por los charcos de agua. En comparación con el robusto cuerpo del caballo sus 4 piernas son muy delgadas. ¿Cómo es que comiendo solo pasto, esas delgadas piernas, pueden soportar ese enorme cuerpo?¿será posible que tengan tanta fuerza?...No se puede negar que es una maravilla. Mientras iba arriba del caballo pensaba: ¿en qué parte del mundo estará más desarrollada la cultura del caballo?; ¿cómo habrá influenciado? especialmente ¿cómo habrá sido el trato de los caballos en la historia de mi país?...Mi curiosidad me llevó a plantearme preguntas de punta a punta. Ahora que lo pienso, a pesar de que éste es un viaje en bicicleta, durante este tiempo he utilizado muchos otros tipos de transportes: bicicleta, caballos, todo tipo de autos, barcos, trenes, aviones...
Mientras viajaba con los gauchos acampamos en varias oportunidades, compartimos comidas muy ricas. Entre estas comidas deliciosas, me queda el recuerdo de una parte muy importante del ternero (macho), no me dijeron nada antes de comerlo y esperaron a que me lo terminara. Al principio no sabía bien qué era eso...
Al llegar a Tacuarembó pude ver miles de caballos de todas partes de Uruguay. Fue un espectáculo maravilloso ver a todos los caballos desfilar por el centro del pueblo. Fue la primera vez en mi vida que vi tantos caballos juntos en un mismo lugar. Las banderas que representaban el lugar de procedencia de los gauchos, los vestidos de las mujeres, los sombreros, pañuelos, las tramas de los sombreros, las sillas de los caballos, policías mostrándose con varios cigarrillos en sus manos a pesar de que no los fumaran, chicos a caballos, chicos subidos a su papá o a su mamá, personas con necesidades especiales, los gritos que se dan cuando andan a caballo, el aliento y la respuesta del público, el niño que encuentra a un amigo y feliz levanta la mano para saludarlo, entre medio de todo esto los vendedores de helados y comidas, el interminable sonido del andar de los caballos; el niño que montaba al revés (no sé si por estar aburrido de la misma posición al frente), las carpas ubicadas aquí y allá....todo esto fue un grandioso espectáculo para mí.
En el video que sigue aparece Mauro, el más joven de los gauchos. Empezó a viajar a caballo desde los 5 años y ahora ya tiene 10. La persona que está delante es su abuelo, quien ha cumplido los 71 años. El viaje de un gaucho de 71 años y el gaucho de 10 años ¡ es maravilloso y envidiable!. Le pedí al pequeño gaucho Mauro que me cante una canción de gauchos mientras montábamos a caballo.
En Tacuarembó, Uruguay, se celebra la PATRIA GAUCHA. Todos los años, los gauchos de todas partes de Uruguay viajan con sus caballos para encontrarse en Tacuarembó y celebrar una gran fiesta. Afortunadamente en mi viaje hacia allí me encontré con algunos gauchos y por varios días viajamos juntos y así tuve la suerte de pasar por la experiencia de vivir como un gaucho.
Es más en un momento uno de los gauchos montó en mi bicicleta y yo en su caballo, anduvimos unos 30 km. Cabalgando y trotando, en ese tiempo fui un gaucho de verdad. Cada gaucho llevaba 2 caballos, si se cansaba el caballo en el que andaba se pasaba al otro. Es obvio: no es nada fácil cabalgar mucho tiempo; a pesar de que iba muy lento, al poco tiempo, sentía que se me movían todos los órganos y las entrañas, después de un rato comenzaron a dolerme las piernas y la espalda (y eso que iba lento, ¿cómo hacen para ir tan rápido? ¡qué maravilla!). Cada vez que el caballo se movía, sea rápido o lento, su cuerpo subía y bajaba, en esos momentos sentía que mi cuerpo se clavaba en su lomo y me daba mucha pena. Pero el caballo no podría entender lo que sentía, así que pensé que yo debería coordinar mejor los movimientos con el caballo hasta llegar a destino.
¡La vista arriba del caballo fue fantástica!: el paisaje cambiando paso a paso; el llano horizonte que se puede encontrar en cualquier punto de Uruguay; el cielo despejado...A veces andábamos sobre la ruta, entre los arbustos y por los charcos de agua. En comparación con el robusto cuerpo del caballo sus 4 piernas son muy delgadas. ¿Cómo es que comiendo solo pasto, esas delgadas piernas, pueden soportar ese enorme cuerpo?¿será posible que tengan tanta fuerza?...No se puede negar que es una maravilla. Mientras iba arriba del caballo pensaba: ¿en qué parte del mundo estará más desarrollada la cultura del caballo?; ¿cómo habrá influenciado? especialmente ¿cómo habrá sido el trato de los caballos en la historia de mi país?...Mi curiosidad me llevó a plantearme preguntas de punta a punta. Ahora que lo pienso, a pesar de que éste es un viaje en bicicleta, durante este tiempo he utilizado muchos otros tipos de transportes: bicicleta, caballos, todo tipo de autos, barcos, trenes, aviones...
Mientras viajaba con los gauchos acampamos en varias oportunidades, compartimos comidas muy ricas. Entre estas comidas deliciosas, me queda el recuerdo de una parte muy importante del ternero (macho), no me dijeron nada antes de comerlo y esperaron a que me lo terminara. Al principio no sabía bien qué era eso...
Al llegar a Tacuarembó pude ver miles de caballos de todas partes de Uruguay. Fue un espectáculo maravilloso ver a todos los caballos desfilar por el centro del pueblo. Fue la primera vez en mi vida que vi tantos caballos juntos en un mismo lugar. Las banderas que representaban el lugar de procedencia de los gauchos, los vestidos de las mujeres, los sombreros, pañuelos, las tramas de los sombreros, las sillas de los caballos, policías mostrándose con varios cigarrillos en sus manos a pesar de que no los fumaran, chicos a caballos, chicos subidos a su papá o a su mamá, personas con necesidades especiales, los gritos que se dan cuando andan a caballo, el aliento y la respuesta del público, el niño que encuentra a un amigo y feliz levanta la mano para saludarlo, entre medio de todo esto los vendedores de helados y comidas, el interminable sonido del andar de los caballos; el niño que montaba al revés (no sé si por estar aburrido de la misma posición al frente), las carpas ubicadas aquí y allá....todo esto fue un grandioso espectáculo para mí.
En el video que sigue aparece Mauro, el más joven de los gauchos. Empezó a viajar a caballo desde los 5 años y ahora ya tiene 10. La persona que está delante es su abuelo, quien ha cumplido los 71 años. El viaje de un gaucho de 71 años y el gaucho de 10 años ¡ es maravilloso y envidiable!. Le pedí al pequeño gaucho Mauro que me cante una canción de gauchos mientras montábamos a caballo.
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