La hermosura de Brasil.
Estuve
dudando mucho en incluir a Brasil en mi viaje en bicicleta hasta Alaska. Claro,
mis llantas estaban muy gastadas, pero el problema más grande era la enorme
extensión geográfica que tiene Brasil. Recorrer en bicicleta las tierras
brasileñas me hubiese tomado un tiempo extraordinario que retrasaría aún más mi
viaje, que ya se ha extendido más de lo que había planificado; y la verdad me
preocupaba no saber cuándo finalizar mi travesía. Pero no podía renunciar a mis
ansias de conocer Brasil.
Como debía esperar a que me llegaran las llantas que había pedido a Corea, decidí recorrer Brasil haciendo dedo.
Como debía esperar a que me llegaran las llantas que había pedido a Corea, decidí recorrer Brasil haciendo dedo.
No sé
cómo pero llegué desde San Pablo hasta Rio de Janeiro. Allí pasé momentos
psicológica y emocionalmente difíciles por la falta de alojamiento, movilidad y
por la inseguridad. Pensé que allí se acababa mi recorrido y cuando ya estaba
por resignarme, se abrieron las puertas.
Para
llegar de una ciudad a otra se tarda casi todo un día o a veces más, aún
viajando en auto. Muchos me dijeron que hacer dedo en Brasil es muy difícil e
inseguro; es verdad que es difícil pero no imposible y gracias a Dios no tuve
ningún inconveniente.
La
vasta naturaleza de Brasil es una maravilla en sí, especialmente la
impresionante cantidad de cascadas; no es una exageración cuando dicen que es
el "país de las cascadas". A parte de esto su gente, su cultura, sus
comidas etc. saciaron todos y cada uno de mis sentidos.
No es
que no tuviese una mochila, sino que era muy pequeña, pero una persona que
conocí haciendo dedo, y que me hospedó por varios días, me regaló una mochila
de viajero que casi no usó y encima me sacó el pasaje hasta Brasilia a 800km de
donde estaba. Otra persona me obsequió pasajes de avión para 2 tramos; otro
amigo piloto me llevó en avión privado; tuve la inesperada suerte de ver 2
partidos en el mundial de futbol; pude conocer Pantanal donde los cocodrilos
paseaban al lado mío; el Amazonas del cual sólo había escuchado nombrar; los
mágicos oasis del desierto de Lençóis Maranhenses.. ; el amontonamiento de las
80 cascadas de Carolina ; La bendita naturaleza de Chapada Diamantina ;etc. No
he llegado a todos los lugares de Brasil ( y la verdad es casi imposible de
llegar). La verdad es que he visto más lugares en Brasil que la gente local.
La
vasta naturaleza de Brasil es bellísima, pero el problema es que los lugares
turísticos son costosos: el alojamiento y la comida sin duda; las entradas,
guías, transporte etc. No hay nada que no cueste dinero. Pero en cada momento y
de formas insólitas todas se fueron resolviendo. Esto no sería posible sin la
buena voluntad de muchas personas que me han ayudado en esta travesía.
Con
todo esto no puedo decir que todo fue fácil y maravilloso. ¿Todos los días, las
24 horas fueron de felicidad?...En momentos he estado todo el día caminando
bajo el ardiente sol; en ocasiones no he tenido para comer, o lo que comía no
era suficiente. Por capricho mío la mochila cada vez se ponía más pesada. Y por
supuesto el problema de no poder comunicarme por el idioma. Al final no sé si fue
más una batalla conmigo mismo. Tuve tantos momentos depresivos que ya no los
puedo contar...Y dando vueltas y vueltas he regresado otra vez a San Pablo.
¡¡¡Hay
tantas personas a las que tengo que agradecer!!!
Y en
gratitud he realizado este corto video donde he juntado las imágenes de los
diferentes lugares por los que he pasado. La verdad es que no alcanza para
describir la hermosura de Brasil pero es un intento.
En
pocos días estaré partiendo hacia Iguazú.
Volveré otra vez a mi actividad principal: mi viaje en bicicleta. Mi plan es llegar a Paraguay.
Volveré otra vez a mi actividad principal: mi viaje en bicicleta. Mi plan es llegar a Paraguay.
Les agradezco el aliento e interés en esta
aventura.
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