En mi viaje por Zagreb, Croacia, me
encontré con una pareja de argentinos: Damián y Belén. En ese entonces y aún
ahora, no estábamos holgados económicamente y viajábamos a pie de un lugar a
otro en Zagreb. No fue problema porque estaba acostumbrado a caminar.
Por aquellos días tenía unos fideos coreanos, kimchi, algas y unos pescaditos secos (miolchi) que me regaló un pastor coreano en Budapest y los compartí con Damián y Belén. Belén al probar por primera vez en su vida estos pescaditos me dijo que fue la comida más rara que comió en su vida.
A ellos no les gustaba la carne de Croacia, uno porque el precio era muy caro y otro porque no hay tanta carne. me decían que en su país de origen, Argentina, existía el asado; su precio no era tan caro y había muchísima cantidad. Antes de despedirme de ellos me dieron una foto y atrás escribieron una nota y me dijeron: " Cuando llegues a Argentina esta foto será tu pasaporte para entrar al país. Si llevas este pasaporte a mi pueblo natal (Rosario), mis padres te darán asado hasta que estés satisfecho".En ese momento faltaba tanto tiempo para llegar a Argentina, es más no sé si ellos mismos pensaron que podría llegar de verdad a Rosario... Teniendo este pasaporte en mi pecho, de verdad llegué a Argentina, a Rosario y me encontré con sus padres.
Llegué a Rosario de noche y mientras esperaba en el semáforo del tren, unos niños me robaron la tapa del termo que estaba sobre la caja azul y que usaba como vaso. Ellos tomaron la tapa y no huyeron lejos sino que cerca del barrio donde vivían, me miraban y se reían a carcajadas. Generalmente en los alrededores de las grandes ciudades de Argentina se encuentran las villas de emergencia; no todas las personas pobres son malas, pero para un extranjero viajando solo lo mejor es no acercarse a ellas. Por eso estos niño robaron mi vaso y encima se burlaban. "Un vaso es un vaso, se los dejo de regalo pensé" y continué mi camino para encontrarme con los padres de Damián. No quiero pensar en lo que podría haber pasado si hubiese querido recuperar mi vaso y entraba en la villa...En verdad no quería perder el vaso porque fue un obsequio de un amigo en mi viaje por España.
A pesar de encontrarme con estos niños-ladrones, en mi estadía en Rosario, los padres de Damián me trataron como si fueran mis padres, al igual que su hermana Danisa, me trataron muy bien. Por supuesto comí hasta llenarme del infaltable asado argentino y también fui a un partido de fútbol de Rosario Central. Los padres de Damián tienen un pequeño supermercado, ellos me decían que a diferencia de otros, ese lugar era muy seguro...mientras cerraba uno a uno los cuatro candados de la puerta...
Esto es un paréntesis, cuando estaba en Mendoza, los mendocinos me decían que Córdoba era más peligroso que Mendoza; cuando llegué a Córdoba, los cordobeses me decían que Rosario era más peligrosa que Córdoba; cuando llegué a Rosario, los rosarinos me dijeron que ni hablar, Buenos Aires era la más peligrosa, y pensé que en Buenos Aires perdería mi vida; cuando llegué a Buenos Aires me dijeron que Brasil era muchísimo más peligrosa, que no se podía comparar...aún sigo con vida y espero seguir vivo cuando llegue a Brasil...
Los padres de Damián y su hermana Danisa me dieron una foto antes de partir, atrás escribieron una nota y me dijeron: "este es tu pasaporte de vuelta a Rosario".
En el video que sigue estoy con la familia a de Damián en Rosario, Argentina, comunicándome por Skype con Damián y Belén, quienes ahora viven en España.
¡Ah! no es que haya mejorado mucho, mi español hace que mi cuerpo se retuerza. No es ni inglés ni español, pero comparado con mi español del video, ahora soy un experto!!!!
Por aquellos días tenía unos fideos coreanos, kimchi, algas y unos pescaditos secos (miolchi) que me regaló un pastor coreano en Budapest y los compartí con Damián y Belén. Belén al probar por primera vez en su vida estos pescaditos me dijo que fue la comida más rara que comió en su vida.
A ellos no les gustaba la carne de Croacia, uno porque el precio era muy caro y otro porque no hay tanta carne. me decían que en su país de origen, Argentina, existía el asado; su precio no era tan caro y había muchísima cantidad. Antes de despedirme de ellos me dieron una foto y atrás escribieron una nota y me dijeron: " Cuando llegues a Argentina esta foto será tu pasaporte para entrar al país. Si llevas este pasaporte a mi pueblo natal (Rosario), mis padres te darán asado hasta que estés satisfecho".En ese momento faltaba tanto tiempo para llegar a Argentina, es más no sé si ellos mismos pensaron que podría llegar de verdad a Rosario... Teniendo este pasaporte en mi pecho, de verdad llegué a Argentina, a Rosario y me encontré con sus padres.
Llegué a Rosario de noche y mientras esperaba en el semáforo del tren, unos niños me robaron la tapa del termo que estaba sobre la caja azul y que usaba como vaso. Ellos tomaron la tapa y no huyeron lejos sino que cerca del barrio donde vivían, me miraban y se reían a carcajadas. Generalmente en los alrededores de las grandes ciudades de Argentina se encuentran las villas de emergencia; no todas las personas pobres son malas, pero para un extranjero viajando solo lo mejor es no acercarse a ellas. Por eso estos niño robaron mi vaso y encima se burlaban. "Un vaso es un vaso, se los dejo de regalo pensé" y continué mi camino para encontrarme con los padres de Damián. No quiero pensar en lo que podría haber pasado si hubiese querido recuperar mi vaso y entraba en la villa...En verdad no quería perder el vaso porque fue un obsequio de un amigo en mi viaje por España.
A pesar de encontrarme con estos niños-ladrones, en mi estadía en Rosario, los padres de Damián me trataron como si fueran mis padres, al igual que su hermana Danisa, me trataron muy bien. Por supuesto comí hasta llenarme del infaltable asado argentino y también fui a un partido de fútbol de Rosario Central. Los padres de Damián tienen un pequeño supermercado, ellos me decían que a diferencia de otros, ese lugar era muy seguro...mientras cerraba uno a uno los cuatro candados de la puerta...
Esto es un paréntesis, cuando estaba en Mendoza, los mendocinos me decían que Córdoba era más peligroso que Mendoza; cuando llegué a Córdoba, los cordobeses me decían que Rosario era más peligrosa que Córdoba; cuando llegué a Rosario, los rosarinos me dijeron que ni hablar, Buenos Aires era la más peligrosa, y pensé que en Buenos Aires perdería mi vida; cuando llegué a Buenos Aires me dijeron que Brasil era muchísimo más peligrosa, que no se podía comparar...aún sigo con vida y espero seguir vivo cuando llegue a Brasil...
Los padres de Damián y su hermana Danisa me dieron una foto antes de partir, atrás escribieron una nota y me dijeron: "este es tu pasaporte de vuelta a Rosario".
En el video que sigue estoy con la familia a de Damián en Rosario, Argentina, comunicándome por Skype con Damián y Belén, quienes ahora viven en España.
¡Ah! no es que haya mejorado mucho, mi español hace que mi cuerpo se retuerza. No es ni inglés ni español, pero comparado con mi español del video, ahora soy un experto!!!!
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