2014년 5월 5일 월요일

Mis hermanos Turcos





Cuando viajaba por Turquia y le decía a la gente que venía de Corea, todos los turcos con los que me encontraba me decían que Corea y Turquía eran como países hermanos y se alegraban al decir esto. ¡Les pido disculpas esas personas pero debo confesar que en mi vida he pensado que Turquía sea un país hermano!. Por un lado agradezco que me consideren un hermano pero por otro eso suena muy extraño para mi.

Hay un motivo por el cual los turcos consideran a los coreanos como “hermanos”. En la guerra de Corea, Turquía envió soldados para defender al sur en la guerra contra el comunismo. Una parte de estos soldados perdieron sus vidas en nuestra tierra.En la guerra de las dos Coreas pelearon en defensa del sur la coalisión en donde no sólo estaba Turquía sino también Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Canadá, Francia, Grecia, Filipinas, Tailandia, Holanda, Etiopía etc… y otros países más.Si lo expresamos en porcentajes más del 90% eran soldados norteamericanos (alrededor de 1millon 800mil) y se calcula que 15 mil eran soldados turcos.
Que los coreanos no sepamos que soldados turcos fueron enviados para ayudarnos es un poco vergonzoso para mí como  coreano.Actualmente los estudiantes no saben bien que fue la guerra de Corea, ¿cómo es que la gente del lugar donde los mandaron tienen tan presente este tema? Sinceramente e incluyéndome, ¿cuántos de los que recuerdan la guerra pueden nombrar a los países que mandaron tropas, a parte de Estados Unidos? Tanto así, sea algo bueno o malo, creo que la Guerra de Corea se está borrando de nuestra memoria.

Pero para Turquía la cosa es diferente.  Aunque los coreanos estemos olvidando la Guerra. El hecho de que Turquía mandó a sus soldados es una realidad que los turcos no olvidan. Creo que es porque históricamente, Corea fue al primer país que los turcos enviaron ayuda fuera de su país; y el gobierno enseña esto como parte del orgullo nacional. Lo sé bien, porque en mi viaje por Turquía todas las personas con las que me encontraba me llamaban “hermano, hermano”, todos los días al punto de hastiarme. Aunque todavía no he llegado a Estados Unidos, al llegar allí no creo que todos los norteamericanos me llamen “hermano” al verme por primera vez (¡qué locura!).Si nos llamáramos hermano en base al envío de tropas a otros países, ¿qué país no sería “hermano” de  Estados Unidos?

Si los turcos llamaran solamente a los coreanos “hermanos” lo entendería pero a los japoneses, húngaros, griegos a cualquiera, aún sin haber enviado tropas, para los turcos son todos hermanos. En ese sentido, como no es un reconocimiento especial a los coreanos y aunque me parece un poco odioso, la palabra “hermano” al que se refieren los turcos es más cercano al término “amigo”, si tomamos literalmente el término “hermano” sería un poco engorroso (¿no?). Pensándolo detenidamente no puedes ser “hermano” de una persona que has conocido hoy.
 En mi viaje, Turquía ha sido el lugar donde he permanecido más tiempo, por supuesto que he conocido mucha gente allí, y cada uno me ha dicho “hermano” y me  ha comentado sobre el envío de tropas turcas a la guerra de Corea. “esto lo escuché ayer, y lo vuelvo a escuchar hoy, lo escucho hoy y seguramente lo escucharé mañana”, en verdad escuchar esta palabra todos los días era demasiado.

En eso conocí por internet  a M, un estudiante  universitario. Creyendo que M vivía cerca de Estambul le pregunté si me podía hospedar. M me dijo que ahora vivía a 1000km de allí, en un pueblo en el interior cerca del mar mediterráneo. M pudo viajar a Corea como estudiante de intercambio por lo cual sabía sobre mi país, y me insistió en que vaya a visitarlo a su casa. Yo también quería conocerlo en persona pero lo rechacé porque su casa quedaba  a 1000km de Estambul y primeramente no tenía planificado ir a ese lugar y además era un recorrido demasiado largo.

Entonces comenzó a decirme hermano, comentándome el tema de la Guerra al igual que toooodooos los turcos que había conocido hasta el momento. Es más me comentó que su abuelo había participado en esta Guerra. (¡¿?!)  Hasta entonces a pesar de que los turcos me decían hermano, ni ellos ni yo participamos en ese evento por lo cual esa palabra no me llegaba tanto al corazón,  pero al escuchar que su abuelo había participado , llamó mi atención. Si su abuelo seguía vivo, ¿no sería parte una viviente de nuestra historia?. Me dieron ganas de conocerlo en persona y escuchar de él mismo sobre los hechos de la Guerra. “Todos los turcos dicen a este y al otro hermano, tal cual lo aprendieron en los libros, pero esa persona luchó arriesgando su vida por nuestra patria”….Le consulté a M si podría conocer a su abuelo y me dijo que si iba a su casa él haría que nos encontremos. La verdad, después de Turquía, yo tenía planeado ir a Israel pero como en el lugar donde vivía M había un puerto creí que podría encontrar algún barco que me lleve hasta Israel. Así tenía 2 motivos por los cuales recorrer los 1000km hasta la casa de M: una conocer al abuelo que participó de la Guerra de Corea y dos buscar un barco que me lleve hacia Israel.

 Pasó un día y M me preguntó por dónde andaba, que él y su familia me esperaban; le contesté que era imposible recorrer 1000km en un día, que mínimamente iba a necesitar más de una semana. 2 o 3 días después M volvió a contactarse conmigo y volvió a preguntarme por dónde andaba, que él y su familia me esperaban (otra vez); a lo que respondí un poco asombrado “ya sabes que tu casa está lejos de donde estoy yo y que viajo en bicicleta, así que dame tiempo para llegar”. La contestación de M

Si te entiendo, así que toma tu tiempo, pero apúrate”!!! 
tómate tu tiempo pero apúrate” ¿qué contestación es esta?

 Aún después de esto M siguió insistiéndome para que llegue pronto “que él y su familia me estaban esperando…” presionándome… ¿lograría que llegara más rápido?,  lo que necesitaba era ¡¡¡tiempo!!!!. Cada vez que nos conectábamos le pedía a M que me averiguara si en el puerto que estaba cerca de su casa había barcos que se dirijan hacia Israel. No creí que éste fuese un pedido muy difícil, yo también busqué por internet pero parecía que había barcos o no según la temporada...

Como sea, luego de recorrer los 1000km al fin había llegado a la casa de M. Apenas nos vimos, M me pidió que no le diga a nadie que nos conocimos por internet, sino que él y yo nos habíamos conocido en Corea (¿?). No me convenció mucho pero en un principio le dije que estaba bien. Cuando le pregunté si me había averiguado sobre los barcos me dijo que eso lo podíamos hacer más tarde, -¿cómo todavía no me había averiguado lo que le pedí desde hacía varios días? -Me sentí un poco frustrado pero qué le iba a hacer ahora, fuimos al puerto y nos dijeron que no había barcos para Israel.
En verdad, Israel y Turquía no son países “hermanos” por cuestiones políticas, M no iba a armar un barco para cruzar el mar, así que había que pasar al otro motivo de mis 1000km recorridos:… ¿dónde está el veterano que participó de la Guerra de Corea, la historia viviente de uno de los sucesos más importantes de mi país?...ese abuelo era un pariente lejano de M quien ya había fallecido hacía un tiempo atrás. En ese momento mi mente se puso en blanco y no sabía que decir, no había barco, no había veterano de la Guerra de Corea. ¿Para qué recorrí como loco esos 1000km?.

Pero mi sorpresa no terminó allí. M me dijo que no había mucho tiempo, que había lugares a los que debíamos ir. Dejé mi bicicleta en una especie de jardín frente al hotel del padre de su cuñada (hotel es una forma de decir era tan chico que parecía un alojamiento rural) Cuando M me pidió que lo acompañe, como de costumbre quise poner el candado a la bici, en ese momento M reprendiéndome me dijo “¡no ates la bici!, cuando le pregunté por qué me respondió que si yo ataba la bicicleta era como desconfiar del padre de su cuñada, que lo dejara así. Pero el lugar donde dejaba la bici no era en el interior sino afuera, donde transitaban las personas, cualquiera de ellas podría fácilmente robármela, pero como dicen “ en Roma como los romanos”. Respetando la decisión de M, del padre de su cuñada y la cultura turca, a pesar de mi inseguridad, no aseguré la bici.

Desde ese momento M comenzó a llevarme de aquí para allá, presentándome desde su padre y madre, tios, tias, abuelos, abuelas, padres de las cuñadas… esta y otra familia desde los más cercanos hasta los más lejanos (y no sé si habría aún más). En un día visité a unas 50 personas, yo todavía no me he casado pero creo que es como la fiesta de casamiento que debes saludar a todos los invitados uno por uno, pero en un casamiento los invitados están todos juntos por lo menos… Visitando a los parientes de M casa por casa, en un momento se hizo de noche. Sinceramente quería que paremos para descansar un poco pero M estaba tan entusiasmado que no había forma de frenarlo. Sin mirar atrás m e hacía señas con las manos para apurarme porque debíamos ir de una a otra casa ¿Qué era yo un raro animal que debía mostrar a todo el barrio?.. Después estuve tan agotado que pensé en una excusa, le iba a decir que había olvidado un bolso importante al lado de la bicicleta y que debería volver a buscarlo, sólo lo había pensado; en el momento en que decidí que era el tiempo justo para decírselo, M se adelantó y me dijo una sola palabra firme y fuerte que me dejó aturdido:

- ¡AGUANTA!-

al escuchar esta palabra no sólo me quedé perplejo sino que me enfurecí: “¡¡¡¿CÓMO, TODO EL DÍA ESTUVE AGUANTANDO, CUÁNTO MÁS DEBO AGUANTAR?!!!”

En todo ese tiempo, viendo la conducta de  M, no me trató como a un invitado. ¿habrá sido por la presencia del padre de la cuñada?, constantemente estaba atento a la mirada de él. Conocer a los padres es una cosa pero también presentarme al padre de la cuñada, ya no era necesario, la verdad no podía entender esa situación. Tal vez el presentarme a una persona más ¿sería la forma de mostrar respeto y cortesía?...
M me dijo esto muchas veces: “los coreanos y los turcos son hermanos, son personas cálidas, somos diferentes a los europeos, ellos son personas frías”. Pero no estoy de acuerdo con lo que dice M porque en Corea también hay personas frías y antes de llegar a Turquía había conocido a muchos cálidos amigos europeos.  M trató constantemente en ser esa persona cálida, no era mala persona pero el tiempo que estuvimos juntos fue muy angustiante. Tal vez también fue culpa mía porque no pude poner límites a la situación cuando las cosas comenzaron a tornarse pesadas, con la excusa de querer conocer otras culturas hice todo lo que me pedía y creo que ahí estuvo el error..

Si lo pienso detenidamente, no será que él le contó a todo el mundo que yo iba a llegar

-“hey, tu, dijiste que venía ese amigo coreano, ¿es verdad?, ¡cuando llegue tráelo a nuestra casa!”-.

¿No será que los parientes le dijeron estas cosas?, si no es así por qué me preguntó todos los días, antes de que llegara, si me faltaba mucho y cómo se explicaría que en un solo día  me hizo visitar a tantos parientes…
Una cosa es conocer a la familia cercana pero a los parientes lejanos y a los políticos eso ya fue mucho para mí.

A mi parecer en Turquía preservar la individualidad  no es algo que se da fácilmente, en su lugar la calidez entre las personas es mayor que en cualquier otro país. Lo digo más fácil, son más ¿afectuosos? Pero por ese afecto se producen hechos como los que he pasado yo. En ese sentido Europa y Turquía son totalmente diferentes.. He cruzado Turquía dos veces: una desde Europa hacia Turquía y la otra desde Turquía a Europa.  Cuando estaba en Europa extrañaba el afecto de los turcos y cuando estaba en Turquía extrañaba que respeten mi privacidad como lo hacen los europeos. Turquía es un país enorme y seguramente en cada pueblo las personas serán diferentes. He escuchado que las personas que viven en la parte occidental de Turquía, influenciados por los europeos, tienden a respetar más la individualidad de las personas.
Ahora puedo contar esto riéndome un poco, pero en Turquía por la diferencia cultural tuve muchos momentos difíciles,  pero, en verdad, por esos momentos Turquía está presente  en mi corazón como mis “her, ma, nos”.

No sé por qué a estas altas horas de la noche, sin poder conciliar el sueño en Rio de Janeiro, me he acordado de mis hermanos turcos...




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